En este post me proponía comentar brevemente una película con una temática relacionada con el mundo de la docencia... Pero os voy a ser sinceros: no conozco muchas (no soy muy cinéfilo). Sin embargo, pensando en esto el otro día se me ocurrió que sí conozco una serie que encaja bastante con la asignatura (con todo el módulo genérico del Máster, en realidad): Los Serrano. Aunque forma parte de la infancia de muchos (como yo), se la presento brevemente a los que no la conozcan. Es una serie que se emitió en Telecinco entre 2003 y 2008 que narra las aventuras y desventuras de una familia que se forma tras el matrimonio de Lucía y Diego, con 2 y 3 hijos respectivamente fruto de matrimonios anteriores. Con la famosa sintonía Uno más uno son siete, compuesta por uno de los actores (Fran Perea, que encarnaba al hijo mayor de la familia, Marcos), fue líder de audiencia casi todas sus temporadas hasta su final (spoiler: el famoso sueño de Resines).
Aunque se trata de una serie de ficción, y por ello es preciso interpretarla con cuidado, no deja de ser una interpretación de la posible vida de una familia en la que conviven: un niño de primaria que se convierte progresivamente en preadolescente (Curro), dos preadolescentes que transicionan a la adolescencia (Guille y Teté), dos alescentes que transicionan a la edad adulta (Marcos y Eva), un padre desbordado por infinidad de situaciones fruto de lo anterior (Diego) y una madre que además es profesora del centro en el que estudian todos (Lucía). El elenco principal cuenta, además, con diferentes amigos y amigas de los más jóvenes, algunos padres y madres suyos (una de ellas tamibén es profesora del centro) y algún profesor adicional. Como véis, son los ingredientes principales para narrar la vida de la familia Serrano Capdevila.
Como cualquier serie de humor que se precie, está plagada de malentendidos entre los personajes que les llevan, de una forma u otra, a tomar diferentes tipos de decisiones que desembocan en consecuencias de lo más variopintas. Sin embargo, más allá de lo mero anecdótico del chiste, la serie plantea muchas situaciones típicas que ocurren en la vida de los adolescentes, tanto académicas como personales y familiares. Los conflictos son el día a día de esta familia y raro es el capítulo en que no se abordan un par de ellos: conflictos en casa por motivos académicos, conflictos entre hermanos por envidia o celos, conflictos en el aula, y un largo etcétera. Todos ellos se terminan resolviendo en el mismo capítulo o unos pocos capítulos después. Más allá de la solución propuesta por la serie, con la que podemos estar de acuerdo o no, es muy interesante detenerse a reflexionar sobre lo que va sucediendo y poniéndolo en contraste con lo que vamos aprendiendo en las distintas asignaturas: ¿cómo habría reaccionado yo de encontrarme con una situación así, o si me entero que existe un conflicto de este estilo entre mis alumnos?¿Tengo las herramientas para abordar estas situaciones? Si no, ¿cómo las consigo?
Como digo, es una serie de ficción y está pensada para enganchar al público y conseguir cuantos más televidentes mejor, por lo que, si nos paramos a analizar muy en detalle todas las soluciones y finales propuestos por la serie para todos los conflictos, es posible que nos llevemos más de una y de dos decepciones. Además, no perdamos de vista el contexto en que fue rodada y emitida. A fecha de redacción de este post han pasado ya 13 años de la emisión del último capítulo y el mundo ha cambiado mucho desde entonces, por lo que es necesario relativizar algunas reacciones y comentarios de los personajes. Salvando estos detalles, creo que es una serie que invita a la reflexión desde la perspectiva de este Máster.
No hay comentarios:
Publicar un comentario